La Comisión de Transportes del Parlamento Europeo (TRAN) ha dado un paso importante en la revisión de las normas de la UE sobre pesos y dimensiones de los vehículos. La decisión, que busca impulsar la descarbonización del transporte por carretera, ha sido recibida con reacciones encontradas por parte del sector.
Uno de los puntos clave del acuerdo es la introducción de incentivos para los vehículos de cero emisiones. Se permitirá hasta seis toneladas adicionales para estas combinaciones, así como la asignación de 12,5 toneladas en el eje motriz. Esta medida busca compensar el peso adicional de las tecnologías de cero emisiones, como las baterías, y facilitar la distribución del peso en el transporte de mercancías.
La TRAN también ha aprobado el uso de cabinas de camión más largas. Esta medida, justificada por la necesidad de integrar tecnología y mecánica embarcada, busca mejorar el confort del conductor y contribuir a la lucha contra la escasez de conductores en el sector.
En cuanto a las operaciones transfronterizas, se permitirá el uso de combinaciones de 44 toneladas, aunque con un límite temporal. A partir de 2035, solo se permitirá esta configuración para vehículos de cero emisiones.
El acuerdo ha sido recibido con críticas por parte de la IRU, organización que representa al sector del transporte por carretera. La principal preocupación radica en la falta de seguridad jurídica que genera la temporalidad de la medida de las 44 toneladas.
La IRU también ha criticado la falta de apoyo al Sistema Modular Europeo (EMS), una solución que, según ellos, ya ha demostrado su eficacia en la eficiencia y el ahorro de energía. Raluca Marian, directora de Defensa de la UE de la IRU, ha argumentado que "es miope imponer barreras adicionales al uso más amplio de EMS y restringir la innovación en la descarbonización del transporte por carretera".
El acuerdo de la TRAN es un paso en la dirección correcta hacia la descarbonización del transporte por carretera. Sin embargo, la falta de seguridad jurídica y la desatención a soluciones ya existentes generan incertidumbre en el sector.
La decisión de la TRAN es un paso importante, pero aún queda camino por recorrer para lograr un transporte de mercancías por carretera sostenible y eficiente. Es necesario encontrar un equilibrio entre la descarbonización, la seguridad jurídica y la competitividad del sector. La colaboración entre las instituciones europeas, el sector del transporte y los demás actores involucrados será fundamental para alcanzar este objetivo.
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