Obligación para las empresas de transporte de contar con puntos de recarga eléctrica

En una decidida medida hacia la sostenibilidad y la reducción de emisiones, el Gobierno ha ratificado una nueva regulación, propuesta por el Ministerio de Transición Ecológica, que tiene el potencial de transformar el panorama de la logística y el transporte de mercancías en España.

A partir del presente año 2023, se ha establecido que todos los edificios no residenciales que cuenten con estacionamientos de más de 20 plazas deben instalar de manera obligatoria puntos de recarga eléctrica en sus áreas de estacionamiento.

La transición hacia la movilidad eléctrica

Los detalles de esta regulación apuntan a una estrategia ambiciosa para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica y disminuir la huella ambiental del sector logístico. En esencia, se ha establecido un sistema de dotación mínima de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, proporcional al número total de plazas de aparcamiento. Según esta fórmula, se requiere una estación de recarga por cada 40 plazas de estacionamiento, o fracción, hasta un máximo de 1.000 plazas. Además, se exige una estación adicional por cada 100 plazas extras, o fracción.

Un punto clave de esta regulación es su aplicabilidad a todo tipo de vehículos, incluyendo camiones de carga. Aunque la gran mayoría de los camiones en España aún son de propulsión diésel debido a la limitada disponibilidad de camiones eléctricos en el mercado, esta nueva normativa no hace distinción alguna. Incluso las instalaciones de las empresas de transporte que cuenten con aparcamientos para flotas de camiones deben cumplir con esta obligación legal.

Camiones eléctricos en España

Las cifras actuales de camiones eléctricos en España, proporcionadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), son una revelación que refleja la magnitud del desafío que enfrenta el sector. Con apenas 2.695 camiones eléctricos matriculados, representando apenas un 0.6% de la flota total de transporte, se evidencia el largo camino que queda por recorrer. Sin embargo, es fundamental ver esta regulación como un paso hacia adelante en la dirección correcta, estimulando tanto la demanda de camiones eléctricos como la expansión de la infraestructura de recarga necesaria para respaldarlos.

Esta normativa no solo contribuirá a reducir la huella de carbono del transporte de mercancías, sino que también desempeñará un papel crucial en el fomento de la innovación en la industria. La necesidad de una infraestructura de recarga más amplia y eficiente podría acelerar la investigación y el desarrollo de tecnologías de carga rápida y soluciones de gestión inteligente de flotas. Además, al impulsar la adopción de vehículos eléctricos en el ámbito logístico, se creará una demanda creciente que a su vez podría incentivar a más fabricantes a invertir en la producción y diversificación de camiones eléctricos adecuados para las necesidades del transporte de mercancías.

En resumen, la reciente regulación que exige puntos de recarga eléctrica en aparcamientos de más de 20 plazas en edificios no residenciales marca un hito en la búsqueda de una logística más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Aunque la presencia actual de camiones eléctricos en las carreteras españolas es modesta, esta medida puede ser el catalizador necesario para transformar la infraestructura de carga y la adopción de vehículos eléctricos en el sector de transporte de mercancías. Con el tiempo, es posible que veamos un aumento significativo en los camiones eléctricos en nuestras carreteras, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y avanzando hacia un futuro más limpio y eficiente en términos energéticos.

Fuente: transporteprofesional.es

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